Desde anoche he pensado qué escribir en esta primera entrada, me gustaría decir tantas cosas, pero sé que debo ir de a poco.
Tal vez debería contarles cómo me di cuenta que tenía TOC o cuáles eran mis compulsiones, pero este blog no se trata de mí, sino de nosotros, los que sufrimos por no dejar de hacer cosas tan simples como revisar si el gas está cortado, caminar a nuestras casas por otro camino o pensar que todas las catástrofes del mundo pasarán si dejamos de hacer lo acostumbrado.
Somos prisioneros de nuestros pensamientos, de nuestras manías, de nuestros miedos, también somos prisioneros de las burlas de nuestros compañeros, amigos y familiares.
Pero no todo es tan dramático, somos especiales, pero no es necesario pagar ese precio tan alto sólo para no ser iguales a los demás.
Para poder salir de las garras del TOC tienes que estar conciente de que lo PUEDES LOGRAR, de que tus familiares y amigos te entenderán y ayudarán, porque saben que actúas raro y quieren saber qué te pasa, CUÉNTALES, no tengas miedo, ése es el primer paso hacia la liberación personal.
Lucha contigo para que los pensamientos se vayan de tu cabeza, te aseguro que no te pasará nada, nadie morirá. Lo único que lograrás será sentirte mucho mejor contigo mismo.
Recuperarte del TOC es un largo proceso, que como te dije antes no puedes lograr solo, debes pedir ayuda, sé lo que piensas, “es muy difícil hacerlo”, pero, para eso estamos nosotros, para apoyarte, para hablar o simplemente para escucharte.
Es importante también que busques ayuda de un profesional, él te guiará y dará los medicamentos y la terapia necesaria.
Un consejo… cuando estés desesperado (a) haciendo tus rituales concéntrate en esta frase:
“Deja que los pájaros vuelen sobre tu cabeza, pero no dejes que hagan sus nidos sobre ella”.
Tú eres la única persona que puede hacer que el TOC se vaya, no pierdas la esperanza y ten fe. Todo será mejor mañana…
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